Algunos países europeos, principalmente los nuevos Estados miembros de la UE, cuentan con tasas de mortalidad más elevadas. Esta diferencia entre los ‘antiguos’ y los ‘nuevos’ Estados miembros es aún mayor cuando se consideran las defunciones previas a los 65 años. El estudio realizado por Luc Bonneux, Corina Huisman y Joop de Beer, del Netherlands Interdisciplinary Demographic Institute (NIDI), explora los factores determinantes de las desigualdades en materia de salud y evalúa el potencial de prevención y mejora en la Unión Europea.